lunes, 28 de marzo de 2011

una piedra más

jlhdez, 2009.


Cuando deje de creer que todo el mundo es bueno
hasta que se demuestre lo contrario


Cuando me quede estrecha la piel ajena
y me resista a flotar entre los colores de cualquier paisaje


Cuando el brillo de tus ojos no me haga ni cosquillas
y no sea capaz de reírme de mis errores
de mis flaquezas


Entonces, más valdrá que me deje caer por alguna orilla
para que la marea me zarandee
como una piedra más

miedos


Le daba tanto miedo lo desconocido que decidió convertirse en dios, dictar normas e inventar profecías para todo lo que no le alcanzaba el entendimiento.

viernes, 25 de marzo de 2011

biografía



La pensaron y diseñaron para ser una bota.

Buscaron los materiales, los cortaron, los cosieron y los pegaron para convertirla en el calzado que se esperaba de ella.

Así y todo, después de mucho andar, no lo pudo remediar. Acabó por dejar florecer lo que llevaba dentro.

Y qué otra cosa podía hacer, si siempre quiso ser una maceta. Una dulce y acogedora maceta.

domingo, 20 de marzo de 2011

domingo


Era domingo, tenía el día libre y decidió dedicarlo a ordenar su universo. Ése que gravita en los escasos cincuenta metros cuadrados de su casa.

Comenzó por hacer hueco a los libros que pernoctaban en la mesa del salón desde hacía semanas. De camino a la estantería, cayó en el interior de uno de ellos, desapareciendo durante horas. 

Salió de aquellas páginas en busca de un marcador, pero en el cajón donde los guardaba se sumergió en una nota manuscrita. Ésta lo llevó, como autómata, al calendario y, de allí, al ordenador. Saltó de una ventana a otra, saludó, contestó, buscó música y visionó algún que otro vídeo… Cuando logró desprenderse de la pantalla, deambuló sin rumbo por las habitaciones, hasta que en una de ellas comenzó a doblar y guardar ropa, distraído, pensando en sus cosas. Un botón flojo lo llevó a la caja de los hilos, junto a la de las fotos. Y, claro, claro que se zambulló en ellas, entre amistades olvidadas, paisajes perdidos, amores insípidos, rencores perversos… o, tal vez, viceversa.

Cuando volvió, ya tenía hambre. Hizo unas llamadas en busca de compañía para el almuerzo y la sobremesa. A los pocos minutos, salió de casa. El baño quedó empañado y revuelto, como el resto de su universo, más habitado y revuelto que al amanecer de aquel domingo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

como tetris



De repente todo comienza a encajar. Una a una se presentan las piezas adecuadas en los contextos deseados y, ¡zas!, las líneas desaparecen, liberándonos de su peso, aliviando la tremenda muralla que, lenta y silenciosamente, nos venía enterrando desde hacía tanto...

martes, 8 de marzo de 2011

la caja

Allí estaba, dentro de aquella caja. Lo tenía delante de sus narices. En la oscuridad de su interior acartonado descansaba el resumen de sus muchos anhelos, de tantas horas de ausencia en incontables noches en blanco. Unas finas paredes lo separaban de todo lo que había soñado, aunque ni siquiera era ya capaz de recordar desde cuándo.

Aquello le proporcionaría la alegría que le faltaba, la seguridad en sí mismo, el reconocimiento social que siempre deseó. Bajo aquella tapa reposaba la Tranquilidad, con mayúsculas, la Calma, el fin de los conflictos. Allí estaba el afecto, la compañía, todo lo que podría reconfortarle.

Ese cubo contenía las llaves de su felicidad, el acceso a la sonrisa eterna, a la lucidez constante, a la palabra exacta en el momento preciso. Abrir su tapa era liberar su paraíso particular...

Era increíble. Lo sabía. Vaya si lo sabía. Por eso, seguramente por eso, decidió no abrirla, volver a guardar la caja en el desván. Como cada noche desde hacía tanto.