Dicen los gurús de la Conflictología que los problemas rara vez se solucionan de verdad. A los sumo, se transforman. Afirman que, las pocas veces que se resuelven definitivamente, dan paso a nuevos problemas.
Entonces, me pregunto, ¿para ese viaje hacen falta alforjas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario