Si nos besáramos más y nos apuñaláramos menos, si perdiéramos el miedo a sonreir o fuéramos capaces de convertir en complicidad lo que ahora es desconfianza...
De ser así, todo el mundo se lavaría los dientes, hasta se extendería el uso de los enjuagues bucales y cualquier otro mejunje que combatiera la halitosis.
1 comentario:
Me encanta!!! me he puesto a llorar como una tonta, supongo que yo misma tengo muchos muros, desconfianzas… miedo.
Guaci
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