Una microbacteria, un árbol, un gigante o diminuto animal marino, un alga o un dinosaurio, un elefante o quizás un gusano. No lo sé. No puedo recordarlo.
El ciclo de la vida o el alimentario, qué más da, nos separó en algún momento y desde entonces recorrimos miles de seres y formas, cada uno por su cuenta.
Hoy, aquellas células en las que convivimos componen nuestros respectivos cuerpos, donde ahora se reconocen, se buscan, se compenetran, se funden...
1 comentario:
Suena mágico: "se reconocen, se buscan, se compenetran, se funden..." que suerte disfrutar del momento, ser conscientes del recorrido, del camino y llegar. Felicidades.
Publicar un comentario