A cara o cruz.
A un extremo o al otro.
Seguir dando vueltas a lo mismo sin moverse ni un milímetro del lugar de siempre.
Quemar todas las naves.
Guardar la ropa.
Hacerse nudista crónico.
Al fondo a la izquierda o saliendo a la derecha.
El pájaro en la mano se desconsuela del libre revoloteo de la bandada.
Cinturón, tirantes y arnés o confianza, que la vida proveerá.
Nos + Tros, 2011
Hay momentos en los que hasta puedo llegar a comprender esa tendencia ancestral de la humanidad a adorar deidades. Todo a cambio de una justificación de lo inexplicable, por un sentido, aunque ilógico, que haga llevadero lo irracional de la vida cotidiana.
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