lunes, 22 de junio de 2009

etiquetas


Al encontrarse, cada uno cubrió al otro con las etiquetas de sus respectivas historias, imaginarios y recuerdos.

Se inventaron encajando parecidos con familiares, viejos amigos, personajes literarios y otros amores olvidados.

Les llevó años deshacerse de tanto envoltorio. Sólo entonces, por fin, se descubrieron.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es lo fantástico. Ir descubriendo día a día al otro. Aunque en ocasiones resulte decpcionante, no por ello deja de ser interesante.
Saludos