miércoles, 10 de junio de 2009

Empresarios de harina

Cruzó el Atlántico en busca de su pedazo de paraíso. Lo que encontró fue una panadería de Valencia donde tenía que trabajar 12 horas diarias para cobrar 23 euros. A menos de 2 euros la hora.

Después de casi dos años entre harinas, una de aquellas máquinas de amasar le arrancó un brazo. El ejemplar empresario español se lo tiró a la basura. Con él hizo casi lo mismo, pero en las proximidades de un hospital con su hombro ensangrentado. Antes le obligó a prometer que no contara nada de lo sucedido, que por ningún motivo lo nombrara ni hablara de su empresa.


Lo lamento, pero esto no es un cuento de ésos que a veces invento y escribo por aquí. Es la mísera realidad: LEER MÁS.

3 comentarios:

Luana Costa Melian dijo...

¿Es usted chileno?
Soy descendiente de Chileno!

Eleonora Lis dijo...

Al llegar a tu blog y comenzar a leer, no me basto con solo leer algo, tuve sed de leer mas... En "Empresarios de harina" retratas la realidad de algo muy crudo, y de la manera en que esta escrita capto mi atencion, me llego realmente.

Unknown dijo...

Querido, "nuestra realidad" siempre nos supera... date un baño "superfluo"....