domingo, 15 de febrero de 2009

Odiseas personales


¿Qué habría sido de Ulises si hubiera renunciado a Itaca?

¿En qué nos convertimos cuando abandonamos, cuando dejamos de perseguir los sueños, cuando nos plegamos en las arrugas de la rutina, cuando nos limitamos a hacer y a ser lo que se espera de nosotros?

¿Qué somos cuando no escuchamos la tentación de las sirenas, cuando no sentimos el abismo de los océanos?

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