domingo, 9 de agosto de 2009

Contradicciones


Tuvo que estudiar mucho para descubrir que es imposible saberlo todo.

Dedicó muchos días a descifrar cosas, situaciones y a personas complejas. Así concluyó que rara vez vale la pena lo que no fluye por sí mismo.

Comprobó que todas las ideologías y civilizaciones construyeron discursos enfrentados para dar respuesta a las mismas preguntas.


Trepar a la copa del árbol le enseñó a valorar la sombra a pie de tronco.


El agotamiento de las prisas le mostró el agradable sabor de la calma.


Por las venas de los nuevos inventos, culturas y tendencias vio correr siglos de vivencias ancestrales.


Alejarse de los hombres le permitió medir la verdadera dimensión de la estupidez humana.


Experimentó la humillación, fue entonces cuando conoció los males de la arrogancia.

Constató que la historia está repleta de muertes inútiles. Que nos enfrentamos en guerras internacionales, económicas, laborales e íntimas en defensa del mismo egoísmo.


No hay comentarios: